Reina Valera Salmo 91: Oración de Protección y Fe

Padre nuestro que en cielo habitas, protégeme en tu morada, cúbreme con tu sombra suprema y todopoderosa. Dios eterno, en ti confío para que me absuelvas del pecado y me cuides del cazador, no permitas que se acerque con su poder vengador. En tu fortaleza quiero refugiarme, mi esperanza en eso pongo, ocúltame de la peste destructora.

Asimismo, bajo tus alas me coloco, Dios padre, cuídame en la oscuridad, además, cuídame en el camino, aleja las piedras que me hagan tropezar. Sobre todo, dame la seguridad de estar siempre a tu lado, santo padre creador, ofréceme tu bondad, lléname de bendición. No obstante, con tu escudo y tu adarga protégeme. Que no haya flecha que me alcance, en este día ni nunca.

Además, que la oscuridad se ilumine, la verdad prevalezca, y que el amor me guíe. También, que no haya peste que me toque, y tu mirada me siga y acompañe en cada paso que doy. Con todo, sálvame del pecado, Dios nuestro señor. Padre celestial, te pido que alejes de mí la indiferencia, así como que mi comunión te ofrende.

Ahora, me humillo para que los ángeles de mi guarda no me fallen, y guarden las sendas y abran los caminos. Sin duda, me llevarán en sus manos para que con la piedra no tropiece, no me dejes abatir, encúmbrame con tu poder. Padre amado, déjame pisar el mal que la serpiente me presenta y permíteme sacudirla con mi fuerza. Que el fuego del dragón se difumine y se apague para siempre.

De la misma forma, no me dejes caer en tentación. Protégeme de león, que mi pie lo aplaste con pasión, tú eres mi único guía y protector. En efecto, en ti pongo mi amor, para ti abro mi corazón en cada comunión, por eso, te pido que me libres del peligro. Por tu hijo Jesús que amaste y entregaste para la vida eterna, ayúdame a escapar del mal y protégeme.

Sobre todo, acompáñame en la zozobra, llévame en tus brazos hasta el fin de mis días y, además, libérame de la imperfección. Muéstrame la salvación, acompáñame en el peregrinar hacia la verdad y hacia la vida eterna. Junto a ti y a Jesús quiero estar, por eso te pido, Padre, que resguardes con tu poder mis días terrenales.

Finalmente, que los pasos en la vida los dé con convicción que tú eres el único creador, el Dios de los hombres en la tierra, el padre de Jesús ofrecido por amor. Con todo, protégeme, Señor, cuídame, protector. Además, ampárame, Dios todopoderoso, sálvame y dame la vida eterna, Amén.