Oración para una cirugía: Confía en el poder divino

Mi Jesucristo amado, primero, eres grande y poderoso. Permite que tu presencia esté aquí, en este momento crucial. Sé que todo lo que sucede en mi familia es por tu bien. Mete tu mano para que en la oración para una cirugía salga bien la cirugía; en realidad, quiero que seas tú, mi médico por excelencia en la enfermedad. Así mismo, quiero salir bien, para así poder seguir adelante, dirigiendo todo el grupo de médicos, para que mi cirugía sea exitosa y todo salga bien.

Guía las manos del cirujano, Señor. Sin dejar de lado tu poder que es más grande, bendíceme, mi Señor, y obra grandes maravillas en esta cirugía. Tú eres mi Señor y mi Salvador. Yo siempre obro es por tu bien. No permitas que nada malo me pase; toma mi mano y dime que estás conmigo. De este modo, trae a tus ángeles para que estén a mi alrededor también, reprende toda situación mala que se presente y aleja las malas vibras de esa sala de emergencia.

De ahí quiero salir glorioso y también lleno de más vida; encarecida, te lo pido. Es por tu bien. De esta manera clamo a ti para que tú me ayudes; a ti dejo mi vida y mi alma. Bendíceme, mi Dios Bendito, ayúdame, Padre, trae la sanidad que necesito en este momento. Permite que la cirugía sea exitosa y que todo salga bien, permíteme descansar tranquila mientras soy operado, te lo ruego, Señor de cielo y de la tierra, en tu nombre me pongo para esta oración.

Confiando en que saldré bien y cuando todo haya terminado, yo pueda despertar y ver las maravillas que has hecho. Poder regresar a mi hogar lleno de paz y agradeciendo a ti por tan buen milagro que has hecho. Porque fuiste tú quien estuvo presente y diste la sabiduría a los médicos para que todo lo hicieran bien. Glorioso Señor Jesucristo, tú mi redentor, gracias porque solo tú me bendices. Permite que todo salga bien en la operación, para así alabarte y glorificarte cada día y poder agradecer a ti con alabanza y fe hacia los de ginecología para que en el tiempo de su operación les des entendimiento.

Que tu Espíritu Santo bendiga las manos de los médicos; solo tú eres mi refugio y fortaleza, no tengo temor de ti. Porque solo tú sostienes, límpiame y renueva mi espíritu, ya que reconozco mis fallas todo el tiempo. Pero solo tú puedes librarme; que todo salga bien en la cirugía exitosa, socórreme con el poder de tu amor. Sin duda, en tus manos dejo mi vida, toma el control y dame una pronta sanidad, permite dar sanidad a que todo aquel que necesite. Desde ahora en adelante solo confío en ti, nada más, dame la seguridad de que estaré bien con esta oración. Y después de la operación, que todo marche bien en mi cuerpo, en tu nombre, mi Señor Jesús. Amén.