Oración a la Santísima Trinidad: Poder y Protección Divina

Poderosa Santísima Trinidad, Tú que tienes el poder del Padre, el Hijo y del Espíritu Santo, hoy vengo ante ti, para conseguir liberarme de todo mal. Porque Tú eres la sagrada protección de todos los seres humanos, tanto como el Hijo quién vino a este mundo a limpiar todos nuestros pecados. ¡Qué bendición! Tener conocimiento de que existe alguien en el cielo que escucha mis ruegos y me hace sentir acompañada.

De igual manera, guíe mi camino por un sabio recorrido. El Señor todopoderoso, que intercede en las peores circunstancias por nosotros, eres nuestro camino a la verdad y la vida. De igual manera, tenemos un vínculo de sangre eterno que nos hacen Padre e hijo. Santísima Trinidad, eres Tú quien nos regala los más grandes de las esperanzas para superar todas nuestras dificultades.

¡Oh, Santísima Trinidad, a ti clamo! Dentro de tu inmensa misericordia para conseguir una mejor vida para mí. Pidiendo el perdón de todos mis pecados, para que puedas limpiar mi vida y mi familia. Para de esta manera, conseguir la eterna felicidad, regocijados en tu más puro amor. Santísima Trinidad, Tú enseñas a todos los seres humanos a tener un infinito amor sobre la gracia de Dios.

Santifica nuestra alma para ser mejor persona. Regálanos bendiciones en todos los aspectos de nuestras vidas. De igual manera, te pido que me entregues paz y serenidad a mi vida, que tanto la necesita. Tu amor es sublime, el único y verdadero; que vive en tres personas diferentes, pero a la vez que tiene un solo corazón lleno de amor impenetrable.

Te ruego por la paz mundial, porque como hermanos sepamos llevarnos de la mejor manera. Para así conservar la unión en nosotros mismos. Enséñanos a tener amor por el prójimo, a llevar con fe los misterios que se interponen en nuestro camino. ¡Intercede por nosotros! Para conseguir protección en cada paso de nuestras vidas y que no cambie el concepto que debemos tener a base de la unidad religiosa.

Santísima Trinidad, yo me encomiendo siempre a ti, de esta manera, puedo conseguir lo que necesito para estar en paz conmigo mismo. Protégennos de cualquier dolor maligno que quiera penetrar nuestra vida y de las personas que están cerca. No permitas por nada del mundo que las situaciones me lleven a tomar decisiones incorrectas. Mucho menos que me lastime a mí tanto, como a otras personas.

Ayúdame, ¡Por favor! A llevar todas las cosas con sabiduría. Siente piedad por el corazón necesitado de ti, Santísima Trinidad. Permítenos dejar lo banal a un lado y tener un alma más pura y sincera. No permitas que nos pase algo malo. De igual manera, ¡Millones de gracias! Por permitir que el Espíritu Santo traiga consigo tantas bendiciones a nuestras vidas.

A ti también ruego, Espíritu Santo, porque eres parte importante de la Santísima Trinidad. Por interceder y llevar el mensaje, para permitir la comunicación entre Dios Todopoderoso y su hijo que en este momento se encuentra necesitado. Porque vienes de parte de mi Padre, con la misión de ayudarnos, llenarnos y sostenernos, cuando más lo necesitaba. ¡Te amo! Gracias, por este gran amor y por demostrarnos todos los días que podemos clamar tu misericordia.

Te alabaré hoy y siempre, Santísima Trinidad, por los siglos de los siglos. Amén.