La Importancia de las Oraciones Católicas
Las oraciones católicas son una forma poderosa de comunicarnos con Dios y fortalecer nuestra fe. A través de ellas, expresamos nuestras necesidades, agradecimientos y súplicas, buscando siempre la guía y protección divina. En momentos de dificultad, como cuando enfrentamos la rebeldía de un hijo, recurrir a la oración se convierte en un refugio espiritual que nos brinda consuelo y esperanza. La oracion a divino justo juez es especialmente significativa, ya que nos ayuda a encomendar nuestras preocupaciones a Dios, quien es el Juez Supremo y Justo de nuestras vidas.
Oración a Divino Justo Juez
Poderoso y glorioso Dios del Universo, a ti encomiendo con amor a mi hijo rebelde para que lo protejas en todo momento de todas las adversidades de la vida. Oh Justo Juez, Cristo, piadoso y por demás nunca bien ponderado amor. A ti me dirijo en este momento en que siento que mis hijos en problemas pueden estar en peligro. Por eso, yo con toda la fe del mundo, con toda la esperanza de que me escuches, te pido encarecida que permitas acercarme a tu divina presencia para suplicarte tu atención, y para que escuches esta mi oración, sencilla pero muy sentida.
Oración para un Hijo Rebelde
Ya que te reconozco como la única Entidad Suprema y Divina de todos los cielos y del Universo entero. A ti, Juez Supremo Justo Juez de nosotros los mortales, encomiendo la protección de un hijo. Y con toda humildad te ruego tomes en tus manos poderosas el destino de cada uno de ellos. Que los corrijas con tu paciencia y con tu infinita comprensión cuando haya que hacerlo, ya que tú puedes entender mejor que yo, que soy su madre, cada una de las inquietudes de ellos.
La Confianza en la Protección Divina
Porque tú, puedes leer sus pensamientos y saber cuáles son sus intenciones y sus sentimientos. Cuando andan en sus actividades dentro o fuera del hogar. Oh poderosísima Divina presencia del Altísimo Sacramento del altar. A ti me dirijo para que tú, con tu sapiencia e infinita bondad, tomes la vida de mis hijos en tus manos y los lleves siempre por el camino del bien y no permitas que se distraigan en sendas peligrosas.
La Súplica de una Madre
Oh Justo Juez, hoy pues, me dirijo a ti con todo respeto y humildad para encomendarte de manera muy especial a mis hijos. Escucha mis súplicas y mis oraciones y por favor atiéndeme para que yo pueda descansar en ti, la difícil misión de madre y poder dormir tranquila y con justicia. Porque así sé que la protección de los hijos está bajo tu dominio y bajo tu control absoluto y divino.
La Gratitud hacia el Padre Celestial
Glorioso y divino Padre Celestial, pongo en tus manos el cuidado de mis hijos (aquí se menciona el nombre de cada uno de ellos que quieren justicia). Y yo, Señor del Universo, te estaré siempre agradecida por tus cuidados y por tu especial protección de los hijos. Además, espero Padre Celestial que mis oraciones lleguen a ti en este momento y que jamás los dejes a la deriva ni en manos de los enemigos que siempre asechan los caminos de los mortales y justicia.
La Bendición Familiar
Oh Padre Celestial, no los desampares nunca, y es propicio el momento y la ocasión para pedirte que nos bendigas a todos como familia y que nos des tu divina bendición para poder estar siempre en paz con nuestras conciencias y con toda la humanidad. Recibimos Justo Juez, tu divina protección de los hijos en el nombre del Padre, en el nombre del Hijo en problemas y en el nombre del Espíritu Santo. Amén.
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